lunes, 17 de octubre de 2011

El uno a uno no crea exportaciones - 16.10.2011 - lanacion.com

Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/1414944-el-uno-a-uno-no-crea-exportacionesa-contramano-de-la-region

El nombre del plan "uno a uno" ideado por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, bien podría verse como una alegoría de su propio resultado, ya que por un lado el funcionario logró "anotar" un tanto a su favor, con la adhesión de gran parte de las empresas importadoras a su pedido de exportar el equivalente de lo que ingresan al país, pero por el otro recibió un revés, al no lograr traducir eso en mayores divisas para el país.

Varias firmas presentaron programas ante la Secretaría de Industria, pero aunque los cumplan al pie de la letra, no harán variar la dañada balanza comercial, porque lo que exportan son, en la mayoría de los casos, productos que igual se hubieran vendido en el exterior y no nuevas exportaciones. En realidad, lo que ocurre es que una firma exportadora vende su saldo exportable a una empresa que necesita compensar la salida de divisas que originan sus importaciones.


"Hay empresas que están creando un mercado secundario de saldos exportables", explica Marcelo Elizondo, director de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), consultora especializada en comercio exterior. "Esto sólo agrega costos al comercio, porque implica trámites y gastos administrativos y un precio por la cesión del saldo. Son costos friccionales y transacciones que el mercado no necesitaba", agrega un despachante de aduana que prefiere el anonimato.

Una automotriz asiática que exportará alimento avícola que ya se exportaba; otras dos, europeas, que harán lo mismo con vinos y arroz; un laboratorio también de origen europeo que venderá a su nombre lo que antes hacía por cuenta de otro, y una empresa textil que comercializará frutas secas para poder ingresar su materia prima, que es 100% importada. Estos son algunos de los efectos del plan "uno a uno", a los que se suman otros de varias automotrices que exportarán, sobre todo, commodities agroalimentarias.

El jueves último, luego de nueve meses de idas y venidas, BMW fue la última automotriz en sumarse al plan. "Con el acuerdo con BMW ya son 17 las empresas automotrices, entre terminales e importadoras netas, con lo que la industria aportará más de US$ 4200 millones a la balanza sectorial para 2012", dijo la ministra de Industria, Débora Giorgi, en un comunicado.


La pregunta es si esos millones provienen de nuevas exportaciones o no. "Obvio que no", responde el economista Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres y Asociados. Y agrega una explicación técnica: "En términos económicos, lo que hay es un aumento de la demanda interna de bienes exportables, pero la cantidad de bienes exportables no crece. Por lo menos no en el corto plazo".

Comprar o alquilar un campo, sembrar, cosechar y exportar sería una opción más válida. Otra sería adquirir una firma que ya exporta o invertir, como ya se ha anunciado, en una planta de biodiesel. "Pero todo eso es a largo plazo, y no le sirve al importador que quiere ingresar ya sus mercaderías", opina Spotorno. "Además, quien va a hacer eso sin saber si esta exigencia, no escrita, se mantendrá en el tiempo", agrega.

Los más favorecidos parecen ser los productores de granos, biodiesel, frutas, agua mineral premium, alimentos avícolas y vinos, entre otros, que son algunos de los rubros que entraron en el negocio. Es más, siempre en estricto off the record , un importador de automóviles contó que sería el propio Moreno quien recomendaría a los vendedores de estos saldos. "Incluso se está formando un mercado de intermediarios que busca hacer su propio negocio", agregó un integrante de un consorcio exportador de granos.
 
En los stands de Anuga 2011, la mayor feria de alimentación del mundo, que se celebró esta semana en Colonia, Alemania, se ofrecieron alimentos que al mismo tiempo podían pasar a ser parte del plan "uno a uno". Mientras negociaban allí, dos brokers estaban atentos al teléfono, a ver si desde la Argentina les daban el visto bueno para vender esa mercadería a un advenedizo exportador, apremiado por compensar su importación.


Según confió a La Nacion un productor de agroalimentos que participa en esta operatoria, pero que pidió no ser mencionado, la comisión por estas "ventas" es de 5% del precio total de lo entregado. "Es decir que lo que antes vendía en el mercado externo por $ 100 ahora se lo vendo a un importador por 105. El volumen exportado es el mismo, pero yo gano más", explica el hombre.

Por eso, tampoco resulta extraño escuchar que son los propios productores los que buscan a los intermediarios (que se llevan una comisión de 1%, que paga el importador) para que los contacten con empresas que necesitan compensar. "En momentos en que cae su competitividad y corren riesgos de perder mercados, muchos exportadores encuentran en esta coyuntura una forma de mantener su negocio", opina Elizondo.

El beneficio del importador -venia de Moreno mediante- está claro; no tanto el del país. Aun en los casos en los que se produce una reacción virtuosa y se instala, por ejemplo, una planta de biodiesel, lo real es que se desvían fondos que debieran ser destinados a lo que la Argentina sí necesita, que es más inversión en lo que cada industria sabe hacer mejor.

Tres son las formas utilizadas para instrumentar esta modalidad: el importador compra la mercadería en plaza y la exporta, el exportador la vende en el exterior por cuenta y orden del importador o el exportador comercializa la mercadería dando su consentimiento para que esas divisas sean asignadas "estadísticamente" al importador.

"La velocidad con que te aprueban las licencias no automáticas varía según la fuerza de lobby, el tipo de producto exportado y la forma y sustentabilidad del plan presentado", confía un importador que pidió no ser nombrado. "Con estos pibes [funcionarios del Gobierno] tenés que andar bien, si no, te cortan el chorro", se excusó el hombre.

A contramano de la región


Pocos son los que confían en que el plan para compensar importaciones pueda tener algún efecto que vaya más allá de una medida disuasiva que haga saber a las empresas que ahora les será más difícil importar. Si bien el tiempo de vida de este programa es corto como para establecer una serie estadística, sí se puede afirmar que en el país del "uno a uno" la balanza comercial sigue en picada.

Según la consultora DNI, las importaciones medidas en precios suben en los primeros ocho meses de este año 38%, frente al 25% de las exportaciones, pero si se compara por volumen, esa diferencia llega a 24% contra 5%. Conclusión: mientras que, según la Cepal, el superávit comercial de la región subirá 14% en 2011, el mismo ítem en la Argentina tuvo una caída de 23% entre enero y agosto.

Un abogado que trabaja a diario con importadores que deben compensar agregó un temor más: "¿Qué pasa si se cae la demanda mundial de alimentos? ¿Cómo compensamos? Brasil ya está dando un aviso".

No hay comentarios:

Publicar un comentario